El adipocito
Existen dos tipos de tejido adiposo, cada una con sus particulares características.
1. el mas abundante es el denominado grasa blanca. Sus adipositos son de gran tamaño, puesto que alcanza hasta 100 micras de diámetro, tienen forma esférica cuando están aislados y poliédrica cuando se apiña en el tejido adiposo.
Las células adiposas no se dividen y los nuevos elementos se originan a partir de células precursoras. El color del tejido varia dependiendo de la dieta, entre blanco y amarillento. Cada célula contiene una gran gota lipida o de grasa y, según se puede observar en el microscopio electrónico, se reúnen varias gotitas lipidas mucho mas pequeñas a su alrededor cuyo numero y tamaño cambia en función del estado de actividad sintética de las células.
El tejido adiposo se localiza bajo la piel de casi todas las regiones del cuerpo. La diferente acumulación en determinadas zonas corporales, influenciada por las hormonas sexuales y la cortisona, motivan en gran parte las diferencias que pueden observarse entre el cuerpo de un hombre y el de una mujer.
La edad también es un factor que propicia cambios en la distribución del tejido graso. En realidad, el espesor solo es uniforme en el recién nacido.
Las grasa son muy malas conductoras del calor, lo cual contribuye a que el tejido adiposo haga las veces de aislamiento térmico y se constituye en el elemento de la conservación del calor corporal.
El almacenamiento de grasas procedentes de la alimentación en los adipositos, supone un almacenamiento de energía de primera magnitud que puede ser usado en periodos de alimentación deficiente.
2. el otro tipo de tejido adiposo es el multilocular, porque sus adipositos contienen muchas gotas de grasa. Sus células son mas pequeña, de forma poligonal y se agrupan alrededor de los vasos sanguíneos. Tienen una distribución muy limitada y su cantidad solo es significativa en el recién nacido, que es el periodo de la vida donde ejerce, primordialmente, su función al suministrar calor y, con ello, protección contra el frío.
1. el mas abundante es el denominado grasa blanca. Sus adipositos son de gran tamaño, puesto que alcanza hasta 100 micras de diámetro, tienen forma esférica cuando están aislados y poliédrica cuando se apiña en el tejido adiposo.
Las células adiposas no se dividen y los nuevos elementos se originan a partir de células precursoras. El color del tejido varia dependiendo de la dieta, entre blanco y amarillento. Cada célula contiene una gran gota lipida o de grasa y, según se puede observar en el microscopio electrónico, se reúnen varias gotitas lipidas mucho mas pequeñas a su alrededor cuyo numero y tamaño cambia en función del estado de actividad sintética de las células.
El tejido adiposo se localiza bajo la piel de casi todas las regiones del cuerpo. La diferente acumulación en determinadas zonas corporales, influenciada por las hormonas sexuales y la cortisona, motivan en gran parte las diferencias que pueden observarse entre el cuerpo de un hombre y el de una mujer.
La edad también es un factor que propicia cambios en la distribución del tejido graso. En realidad, el espesor solo es uniforme en el recién nacido.
Las grasa son muy malas conductoras del calor, lo cual contribuye a que el tejido adiposo haga las veces de aislamiento térmico y se constituye en el elemento de la conservación del calor corporal.
El almacenamiento de grasas procedentes de la alimentación en los adipositos, supone un almacenamiento de energía de primera magnitud que puede ser usado en periodos de alimentación deficiente.
2. el otro tipo de tejido adiposo es el multilocular, porque sus adipositos contienen muchas gotas de grasa. Sus células son mas pequeña, de forma poligonal y se agrupan alrededor de los vasos sanguíneos. Tienen una distribución muy limitada y su cantidad solo es significativa en el recién nacido, que es el periodo de la vida donde ejerce, primordialmente, su función al suministrar calor y, con ello, protección contra el frío.