La célula muscular
No todas las células musculares son iguales, porque no todo el tejido muscular es del mismo tipo. Todas tienen, no obstante, una estructura filamentosa preparada para la contracción pero sus rasgos varían según su función.
El mas abundante es el músculo esquelético que, en general, se dispone e inserta sobre los huesos y determina con su contracción la amplia gama de movimientos del cuerpo. Sus células se agrupan en haces. Tienen forma cilíndrica y muchos núcleos. Pueden medir hasta 30 centímetros y su diámetro varia de 10 a 100 micras.
En su interior estas células contienen unas estructuras también alargadas y cilíndricas de 1 a 2 micras de diámetro denominadas miofibrinas que desempeñan un papel decisivo en el proceso de la contracción muscular.
Cada fibra muscular esta en contacto con una determinación nerviosa por donde le llega el estimulo para que se produzca la contracción adecuada. Esta contracción es rápida, energética y sujeta a control voluntario.
La mayor parte de la masa del corazón esta formada por tejido muscular. Las células son alargadas, de 15 micras de diámetro y uno a dos núcleos. Existe, además, una red de células, también musculares pero modificadas dentro del propio miocardio que generan y conducen estímulos al resto de células cuyo resultado son los latidos cardiacos. Las células musculares cardiacas se autoestimulan y funcionan como una sola célula. La contracción cardiaca es involuntaria.
El tercer tipo es el músculo liso, con células fusiformes de 80 a 200 micras de longitud y 5 a 10 micras de diámetro. Se disponen en forma de capas que forman parte de la pared de diversos órganos.
La contracción sucede tras un estimulo hormonal, nervioso o mecánico.
Todo el tejido muscular tiene una capacidad muy limitada de regeneración.
El mas abundante es el músculo esquelético que, en general, se dispone e inserta sobre los huesos y determina con su contracción la amplia gama de movimientos del cuerpo. Sus células se agrupan en haces. Tienen forma cilíndrica y muchos núcleos. Pueden medir hasta 30 centímetros y su diámetro varia de 10 a 100 micras.
En su interior estas células contienen unas estructuras también alargadas y cilíndricas de 1 a 2 micras de diámetro denominadas miofibrinas que desempeñan un papel decisivo en el proceso de la contracción muscular.
Cada fibra muscular esta en contacto con una determinación nerviosa por donde le llega el estimulo para que se produzca la contracción adecuada. Esta contracción es rápida, energética y sujeta a control voluntario.
La mayor parte de la masa del corazón esta formada por tejido muscular. Las células son alargadas, de 15 micras de diámetro y uno a dos núcleos. Existe, además, una red de células, también musculares pero modificadas dentro del propio miocardio que generan y conducen estímulos al resto de células cuyo resultado son los latidos cardiacos. Las células musculares cardiacas se autoestimulan y funcionan como una sola célula. La contracción cardiaca es involuntaria.
El tercer tipo es el músculo liso, con células fusiformes de 80 a 200 micras de longitud y 5 a 10 micras de diámetro. Se disponen en forma de capas que forman parte de la pared de diversos órganos.
La contracción sucede tras un estimulo hormonal, nervioso o mecánico.
Todo el tejido muscular tiene una capacidad muy limitada de regeneración.