El linfócito
Según el tamaño se pueden distinguir linfocitos pequeños, que son los predominantes en la sangre, y linfocitos grandes.
La cantidad en sangre es de unos 2500 milímetros cúbicos, lo que corresponde aproximadamente a un 25-30% respecto al numero total de glóbulos blancos. La duración de los linfocitos es extremadamente variable :pueden oscilar desde unos días hasta varios meses o años. La tesa de renovación, no obstante, es muy elevada y se estima que diariamente se producen unos 10 millones de linfocitos en lugares como la medula ósea y que cada día se renueva el 2% de los linfocitos.
Los linfocitos constituyen una población celular heterogénea y existen dos clases perfectamente diferenciadas: linfocitos T y linfocitos B. Los primeros son los mas abundantes y alcanzan el 80% del total, frente al 20% de los linfocitos B. Tienen una función distinta. Mientras los linfocitos T intervienen en la inmunidad celular, los B son mas responsables de la inmunidad humoral.
Cuando algún elemento extraño penetra o se pone en contacto con los organismo se produce una respuesta inmediata por parte de la inmunidad, tanto celular como humoral, para garantizar un dispositivo defensivo ante la posible agresión externa.
Por parte de los linfocitos T, la respuesta se produce mediante cierta toxicidad directa sobre los agentes extraños.
En los trasplantes de órganos, los linfocitos T son también los responsables fundamentales del proceso de rechazo.
Por su parte, los linfocitos B, que casi siempre requieren de la cooperación de los linfocitos T para activase, producen los correspondientes anticuerpos para eliminar al elemento extraño o neutralizar su acción nociva.
La cantidad en sangre es de unos 2500 milímetros cúbicos, lo que corresponde aproximadamente a un 25-30% respecto al numero total de glóbulos blancos. La duración de los linfocitos es extremadamente variable :pueden oscilar desde unos días hasta varios meses o años. La tesa de renovación, no obstante, es muy elevada y se estima que diariamente se producen unos 10 millones de linfocitos en lugares como la medula ósea y que cada día se renueva el 2% de los linfocitos.
Los linfocitos constituyen una población celular heterogénea y existen dos clases perfectamente diferenciadas: linfocitos T y linfocitos B. Los primeros son los mas abundantes y alcanzan el 80% del total, frente al 20% de los linfocitos B. Tienen una función distinta. Mientras los linfocitos T intervienen en la inmunidad celular, los B son mas responsables de la inmunidad humoral.
Cuando algún elemento extraño penetra o se pone en contacto con los organismo se produce una respuesta inmediata por parte de la inmunidad, tanto celular como humoral, para garantizar un dispositivo defensivo ante la posible agresión externa.
Por parte de los linfocitos T, la respuesta se produce mediante cierta toxicidad directa sobre los agentes extraños.
En los trasplantes de órganos, los linfocitos T son también los responsables fundamentales del proceso de rechazo.
Por su parte, los linfocitos B, que casi siempre requieren de la cooperación de los linfocitos T para activase, producen los correspondientes anticuerpos para eliminar al elemento extraño o neutralizar su acción nociva.